TRASTORNO BIPOLAR


Es una enfermedad mental que provoca cambios en el estado de ánimo, la energía, los niveles de actividad y la concentración de la persona. Las personas con trastorno bipolar suelen experimentar períodos de comportamiento extremadamente eufóricos, irritables o llenos de energía (conocidos como episodios maníacos) y períodos de tristeza o desesperanza (conocidos como episodios depresivos).

Tipos de trastorno bipolar
Hay tres tipos básicos de trastorno bipolar y todos suponen cambios evidentes en el estado de ánimo, la energía y los niveles de actividad.
El trastorno bipolar I se define por episodios maníacos que duran al menos siete días (la mayor parte del día, casi todos los días) o cuando los síntomas maníacos son tan graves que se necesita atención hospitalaria. Por lo general, también se producen episodios depresivos separados, que suelen durar al menos dos semanas. También es posible que ocurran episodios de alteraciones en el estado de ánimo con características mixtas. Cuando una persona tiene cuatro o más episodios de manía o depresión en un año, se lo llama “ciclos rápidos”.
El trastorno bipolar II se define por un patrón de episodios depresivos e hipomaníacos, pero son menos graves que los episodios maníacos que ocurren en el trastorno bipolar I.
El trastorno ciclotímico (también denominado ciclotimia) se define por síntomas hipomaníacos y depresivos recurrentes que no son tan intensos ni duran lo suficiente como para calificarlos como episodios hipomaníacos o depresivos.

Criterios diagnósticos

Para un diagnóstico de trastorno bipolar I (que es el tipo de trastorno bipolar más frecuente por el que las personas buscan tratamiento) es necesario que se cumplan los criterios siguientes para un episodio maníaco. Antes o después del episodio maníaco pueden haber existido episodios hipomaníacos o episodios de depresión (llamado trastorno depresivo mayor).

Episodio maníaco

  1. Un período bien definido de estado de ánimo anormal y persistentemente elevado, expansivo o irritable, y un aumento anormal y persistente de la actividad o la energía, que dura como mínimo una semana y está presente la mayor parte del día, casi todos los días (o cualquier duración si se necesita hospitalización).
  2. Durante el período de alteración del estado de ánimo y aumento de la energía o la actividad, existen tres (o más) de los síntomas siguientes (cuatro si el estado de ánimo es sólo irritable) en un grado significativo y representan un cambio notorio del comportamiento habitual:
    1. Aumento de la autoestima o sentimiento de grandeza.
    1. Disminución de la necesidad de dormir (p. ej., se siente descansado después de sólo tres horas de sueño).
    1. Más hablador de lo habitual o presión para mantener la conversación.
    1. Fuga de ideas o experiencia subjetiva de que los pensamientos van a gran velocidad.
    1. Facilidad de distracción (es decir, la atención cambia demasiado fácilmente a estímulos externos poco importantes o irrelevantes), según se informa o se observa.
    1. Aumento de la actividad dirigida a un objetivo (social, en el trabajo o la escuela, o sexual) o agitación psicomotora (es decir, actividad sin ningún propósito no dirigida a un objetivo).
    1. Participación excesiva en actividades que tienen muchas posibilidades de consecuencias dolorosas (p. ej., dedicarse de forma desenfrenada a compras, juergas, indiscreciones sexuales o inversiones de dinero imprudentes).
  3. La alteración del estado de ánimo es suficientemente grave para causar un deterioro importante en el funcionamiento social o laboral, para necesitar hospitalización con el fin de evitar el daño a sí mismo o a otros, o porque existen características psicóticas.
  4. El episodio no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento, otro tratamiento) o a otra afección médica.

Episodio de depresión mayor

  1. Cinco (o más) de los síntomas siguientes han estado presentes durante el mismo período de dos semanas y representan un cambio el funcionamiento anterior, al menos uno de los síntomas es (1) estado de ánimo deprimido o (2) pérdida de interés o de placer.
  1. Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días, según se desprende de la información subjetiva (p. ej., se siente triste, vacío o sin esperanza) o de la observación por parte de otras personas (p. ej., se le ve lloroso). (Nota: En niños y adolescentes, el estado de ánimo puede ser irritable).
  2. Disminución importante del interés o el placer por todas o casi todas las actividades la mayor parte del día, casi todos los días (como se desprende de la información subjetiva o de la observación).
  3. Pérdida importante de peso sin hacer dieta o aumento de peso (p. ej., modificación de más del 5% del peso corporal en un mes), o disminución o aumento del apetito casi todos los días. (Nota: En los niños, considerar el fracaso en el aumento de peso esperado).
  4. Insomnio o hipersomnia casi todos los días
  5. Agitación o retraso psicomotor casi todos los días.
  6. Fatiga o pérdida de la energía casi todos los días.
  7. Sentimientos de inutilidad o de culpabilidad excesiva o inapropiada (que puede ser delirante) casi todos los días (no simplemente el autorreproche o culpa por estar enfermo).
  8. Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o de tomar decisiones, casi todos los días ( a partir del relato subjetivo o de la observación por parte de otras personas).
  9. Pensamientos de muerte recurrentes (no sólo miedo a morir), ideas suicidas recurrentes sin un plan determinado, intento de suicidio o un plan específico para llevarlo a cabo.
  10. Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro en los social, laboral y otras áreas importantes del funcionamiento.
  11. El episodio no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia o de otra afección médica.

TRATAMIENTO
El tratamiento del trastorno bipolar se lleva a cabo con medicamentos, psicoterapia o una combinación de ambos.
Medicamentos
Ciertos medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas del trastorno bipolar. Algunas personas quizás tengan que probar con varios medicamentos diferentes antes de encontrar los que funcionan mejor. Los tipos más comunes de medicamentos que recetan los médicos incluyen estabilizadores del estado de ánimo y antipsicóticos atípicos. Los estabilizadores del estado de ánimo, como el litio o el valproato, pueden ayudar a evitar episodios del estado de ánimo o reducir su gravedad.
Psicoterapia
La psicoterapia tiene como objetivo ayudar a una persona a identificar y cambiar emociones, pensamientos y comportamientos problemáticos. La psicoterapia puede ofrecer apoyo, educación, habilidades y estrategias a las personas con trastorno bipolar y sus familias.
Algunos tipos de psicoterapia pueden ser tratamientos eficaces para el trastorno bipolar cuando se usan con medicamentos. Estas incluyen la terapia interpersonal y de ritmo social, cuyo objetivo es comprender y trabajar con los ritmos biológicos y sociales de la persona.
La terapia cognitiva conductual es un tratamiento importante para la depresión y adaptada para el tratamiento del insomnio puede ser especialmente útil como componente del tratamiento de la depresión bipolar.
Otros tratamientos
Algunas personas pueden beneficiarse de otros tratamientos para controlar sus síntomas bipolares.
La terapia electroconvulsiva, es un procedimiento de estimulación cerebral que puede ayudar a las personas a aliviar los síntomas graves del trastorno bipolar. Por lo general, se contempla este tipo de terapia solo si el paciente no ha mejorado después de probar con otros tratamientos, como medicamentos o psicoterapia, o cuando se necesita una respuesta rápida, como en el caso de riesgo de suicidio o catatonia (un estado de estupor).
La estimulación magnética transcraneal, es un tipo de estimulación cerebral que utiliza ondas magnéticas, en lugar del estímulo eléctrico de la terapia electroconvulsiva, para aliviar la depresión durante una serie de sesiones de tratamiento. Aunque no es tan potente como la terapia electroconvulsiva, la estimulación magnética transcraneal no requiere anestesia general y presenta pocos riesgos de efectos cognitivos adversos o a la memoria.
La terapia de luz, es el mejor tratamiento basado en evidencia para el trastorno afectivo estacional. Ya que muchas personas con trastorno bipolar presentan un empeoramiento estacional de depresión en el invierno, en algunos casos hasta el punto de transformarse en un trastorno afectivo estacional, la terapia de luz también podría considerarse para tratar formas menores de empeoramiento estacional de la depresión bipolar.
Enfoques complementarios de salud. A diferencia de los tratamientos de psicoterapia y medicamentos específicos que están científicamente comprobados que mejoran los síntomas del trastorno bipolar, los enfoques complementarios de salud para el trastorno bipolar, como los productos naturales, no se basan en evidencia o conocimientos actuales.