TDAH DEL ADULTO


Es un trastorno asociado a un patrón continuo de falta de atención, de hiperactividad o de impulsividad. Los síntomas pueden interferir considerablemente con las actividades y las relaciones diarias de la persona. Este trastorno comienza en la niñez y continúa hasta la edad adulta.

Para hacer el diagnóstico la persona debe presentar al menos cinco (seis en niños y adolescentes menores de diecisiete años) de los siguientes síntomas de las siguientes categorías por un mínimo de seis meses:

Inatención.

  1. Dificultad para mantener la atención en los detalles y cometer errores con frecuencia en las tareas escolares.
  2. Dificultad para mantener la atención en tareas y actividades recreativas.
  3. Con frecuencia parece no escuchar cuando se le habla directamente.
  4. Con frecuencia no sigue instrucciones y no termina las tareas escolares o los quehaceres.
  5. Con frecuencia tiene dificultad para organizar tareas y actividades.
  6. Con frecuencia evita, le disgusta o se muestra poco entusiasta en iniciar tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido.
  7. Con frecuencia pierde cosas necesarias para tareas o actividades.
  8. Con frecuencia se distrae con facilidad por estímulos externos.
  9. Con frecuencia olvida las a actividades cotidianas.

Presentar al menos seis de los siguientes síntomas de la siguiente categoría:

Hiperactividad e impulsividad.

  1. Con frecuencia juguetea o golpea con las manos y los pies o se retuerce en el asiento.
  2. Con frecuencia se levanta en situaciones en que se espera que permanezca sentado.
  3. Con frecuencia corretea o trepa en situaciones en las que no resulta apropiado.
  4. Con frecuencia es incapaz de jugar o de ocuparse tranquilamente en actividades recreativas.
  5. Con frecuencia parece como estar siendo impulsado por un motor.
  6. Con frecuencia habla excesivamente.
  7. Con frecuencia responde abruptamente o antes de que se haya concluido una pregunta.
  8. Con frecuencia le es difícil esperar su turno.
  9. Con frecuencia interrumpe o se entromete.

Existen tres posibilidades de presentación del trastorno de acuerdo a las dos categorías de síntomas mencionados:

Presentación combinada. Se cumplen los criterios de inatención y de hiperactividad-impulsividad.

Presentación predominante en la falta de atención. Se cumplen los criterios de inatención pero no los de hiperactividad-impulsividad.

Presentación predominante hiperactividad-impulsividad. Se cumplen los criterios de hiperactividad-impulsividad pero no los de inatención.


Tratamiento

Requiere un tratamiento combinado de medicamentos y psicotérapia.

  • Medicamentos.

Son usados para reducir la hiperactividad y la impulsividad y mejorar la habilidad para enfocarse, trabajar y aprender. Los medicamentos empleados para este trastorno son seguros, pero deben ser usados bajo supervisión médica.

  • Terapia conductual.

Ayuda a la persona a cambiar su conducta. Le ayuda a organizar sus actividades y llevar a cabo sus trabajos escolares y saber afrontar eventos emocionalmente difíciles.

  • Terapia cognitivo conductual.

Ayuda a la persona a mejorar su foco de atención y concentración. A hacer cambios en su conducta, como pensar antes de actuar, resistirse al impulso y a no tomar riesgos innecesarios.

Para mayor información sobre algunos de los medicamentos usados para este trastorno consulta las siguientes ligas: